lunes, 29 de diciembre de 2014

Dualidad y oposición


Uno de los principios de las culturas andinas precolombinas fue el de dualidad y oposición, como generador y organizador del cosmos, formadas por dos fuerzas contrapuestas pero complementarias.
La característica de la dualidad y oposición es la simetría en sus diversas variantes, es decir aquellas en que la imagen se forma por el enfrentamiento de mitades prácticamente iguales a ambos lados de un eje central.
Estas imágenes duales y opuestas generalmente representan dos aspectos diferentes de lo mismo, como masculino – femenino, joven – viejo, día – noche.
La dualidad a través de la bipartición en pares de opuestos, simétricos y complementarios es el sustento de la concepción andina sobre el origen del cosmos y de sus deidades, basada en la idea que todo se forma a partir del desdoblamiento y particiones sucesivas.
Nada existe como un ser único ni está aislado en el universo, todo lo que existe tiene su par, su opuesto complementario.
A esto lo leímos en marcasdelpasado.blogspot.com.ar/

viernes, 19 de diciembre de 2014

Los búhos y los indios Hopi


Los indios Hopi son un pueblo amerindio del grupo shoshón —de la familia lingüística yuto-azteca—, conformados por alrededor de 10.000 personas. Hoy se encuentran radicados en el actual territorio de Estados Unidos, específicamente en las mesetas del noreste del estado de Arizona en la reserva federal del Pueblo Navajo.

Las ceremonias religiosas más notables son los misterios ‘kachina’ de la fertilidad (el kachina es el espíritu de un antepasado, que generalmente representa un clan, simbolizado en las ceremonias por un danzante enmascarado y maquillado); y los rituales del solsticio de verano y de invierno con la adoración al Sol y al fuego.

Para los Hopi, el búho era un protector sobrenatural. Esta etnia veía a los búhos como los maestros de la medicina nocturna. Eran considerados mensajeros de la oscuridad y guía a través de los misterios de la noche, capaces de conducirnos a través de nuestra oscuridad, por el tenebroso túnel del miedo, hacia la iluminación. Por ello, los búhos se relacionan con la percepción, la visualización y los sueños, la observación y el discernimiento, así como también alertan de los peligros y descubren la oscuridad de los demás.

Hay mucha información sobre los indios Hopi en la web http://www.indioshopi.com/

jueves, 11 de diciembre de 2014

A lavar los platos

En El Artesano Insano seguimos trabajando para proponer cosas nuevas a nuestros amigos. Ahora hemos producido una tirada pequeña de platos y fuentes que han tenido buena recepción. Al estar realizados en pasta piedra, no son aptos para tirárselos por la cabeza, salvo que cuenten con buenos cascos protectores. Los diseños sostienen la idea de recrear los motivos de muchas de las maravillosas y creativas culturas originarias.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Creencias de los Comechingones


Pese a que no existen precisiones ni datos tan fehacientes como ocurre con otras culturas, parece que los comechingones tenían básicamente la veneración a un alto dios relacionado con el sol. Además de sus rituales característicos, practicaban la magia y las danzas ceremoniales que, parece, eran de origen amazónico, lo que aseguran se puede observar en las pinturas rupestres de Cerro Colorado.

Al parecer, el hechicero usaba el fruto del cebil —un árbol de la zona—, del cual fabricaban un narcótico que era aspirado por la nariz. Sí. Tal cual lo está leyendo. Los estudiosos, garantizan que esto se puede sostener por las imágenes de las pinturas y por el hallazgo de tabletas de piedras que posiblemente utilizaban para molerlo y ofrecerlo.

Es también aceptado que los comechingones tenían un sistema de creencias relacionado con los astros, pues realizaban ceremonias adorando a los mismos; había festejos y ceremonias en los equinoccios y los solsticios, como también ceremonias de luna llena que —como en otras culturas— era considerada una deidad de la fertilidad.

Algunos vinculan la adoración a la luna, con la preferencia a combatir de noche que los comechingones tenían. Pero lo concreto es que tenían varios centros cultuales o santuarios, en los cuales se congregaban, todos caracterizados por ser cerros elevados, manantiales de aguas limpias, grutas y "quebradas", lugares geográficos desde los cuales se apreciaban de un modo especial los astros.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Tres o cuatro hojas


El trébol está vinculado con cuestiones positivas y si bien hemos escuchado y leído a través del tiempo que la suerte viene de la mano del trébol de cuatro hojas, que nadie crea que el de tres hojas tiene menos valor.
Las leyendas populares indican que un trébol de cuatro hojas representa esperanza, fe, amor y suerte. Pero el trébol de tres hojas tiene lo suyo. En Irlanda, por ejemplo, recuerdan que San Patricio —patrono de los habitantes de ese país— usaba el trébol de tres hojas para evangelizar y cada hoja tenía la representación de los integrantes de la Santa Trinidad. Además, tanto el trébol como el número 3, han sido históricamente considerados mágicos en la tradición celta.
Si bien el trébol de cuatro hojas es nada más y nada menos que una “falla” o variación infrecuente del de tres hojas, al ser tan poco frecuente se le da un mayor valor cuando se lo encuentra, aunque vale aclarar que entre los “mutantes” el de cuatro hojas no es el más grosso, pues se han encontrado tréboles de 56 hojas. Sí señora. Así como lo lee.
De todas maneras, estas infrecuencias de la naturaleza, han desaparecido como hechos fortuitos, pues hay granjas en Estados Unidos que precisamente se dedican a producir exclusivamente tréboles de cuatro hojas y les va bien, lo cual debería suponer que al menos a ellos les trae suerte.
Y si bien cada hoja representa uno de los cuatro componentes básicos de la felicidad, también es cierto que existen diferentes concepciones. Así como para algunos los cuatro símbolos que representan son riqueza, fama, amor y salud; para otros significan esperanza, fe, amor y suerte.
Y hay más lecturas sobre el valor del “cuatro hojas”. Los ocultistas creen que los protege de la locura y les permite divisar demonios hostiles para resguardarse de ellos. Los cristianos creen que les da poderes especiales por encontrar la forma de la cruz en ellos. En la astrología es el amuleto protector del signo Tauro. Para los marineros es el máximo símbolo de la suerte.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Hombres Escudos



La cultura Santa María se desarrolló entre los años 900/1000 a 1480 de nuestra era. Esta cultura surgió en el valle del mismo nombre en Catamarca; se extendió por el Cajón, Calchaquí y valles transversales, llegando su influencia al área de Andagalá, Hualfín e incluso hasta el Valle de Catamarca en el sur de la provincia.

En el sitio denominado Alero Ambrosetti —localizado en Cerro Cuevas Pintadas, departamento de Guachipas, provincia de Salta—, se encuentran pinturas  rupestres de  hombres – escudos (escutiformes), con rostro de rasgo definido e importantes penachos. Los adornos cefálicos adquieren gran importancia en la representación de las figuras humanas durante este período. En las pinturas del alero de Ambrosetti han sido identificados veintitrés tipos de esta clase de aditamiento hechos con plumas, con una infinita diversidad en cuanto a la forma, dimensiones, colorido y combinaciones de elementos. Esta variedad respondía probablemente, a la posición social que el individuo ocupaba en su entorno social. Existen documentos, correspondientes a centurias posteriores a la llegada de los españoles al noroeste argentino, que indican que muchos grupos étnicos aún conservaban la necesidad de distinguirse por sus vestidos, tocados y deformaciones craneanas.

Los denominados hombres - escudo, escudos o escutiformes que se representan en este lugar, impactan por su policromía, belleza variedad de diseño; estos son figuras humanas que portan, a manera de vestimenta, un gran escudo con rica variedad de diseño en el interior, a manera de ornamentación, en una sinfonía de tonalidades contrastantes.

Este texto fue publicado por http://marcasdelpasado.blogspot.com.ar/ y señala que la bibliografía consultada fue El Arte Rupestre de Argentina Indígena (Noroeste) de María Mercedes Podestá, Diana S. Rolandi y Mario Sánchez Proaño, coordinado por Rodolfo A. Raffino.  



miércoles, 29 de octubre de 2014

El escarabajo

El escarabeo fue un amuleto de vida y poder, con forma de escarabajo pelotero (Scarabaeus sacer egipcio), que representaba al Sol naciente, y era símbolo de la resurrección en la mitología egipcia. En vida proporcionaba protección contra el mal, visible o invisible, dando diariamente fuerza y poder. En la muerte, quien lo portaba adquiría la posibilidad de resucitar y alcanzar la vida eterna. El escarabajo estaba vinculado con el dios Jepri, forma de Ra como Sol naciente y era el símbolo de la constante transformación de la existencia.


En una nota publicada en el diario El País de Madrid —con la firma de Luis Miguel Ariza—, se señala que “…el último misterio del faraón Tutan­kamón no se refiere a algún intrincado jeroglífico, una nueva cámara funeraria o sutiles pistas dejadas cerca de su tumba; envuelve a una fabulosa figura de un escarabajo esculpida en cristal verdoso. Esta joya es la más destacada de un hermoso pectoral hallado por el arqueólogo Howard Carter en 1923 en una de las habitaciones contiguas a la sala de los tesoros. Las alas del escarabajo están tratadas con oro, plata, cristal y piedras semipreciosas, y el animal es el corazón de la figura de un halcón. El insecto soporta con sus alas y patas el peso de una barca celestial en la que yace el ojo izquierdo de Horus, el símbolo de la Luna. En sus patas inferiores hay otros tantos símbolos sobre la eternidad. Alrededor bailan los dioses, y la iconografía completa habla de los ciclos del Sol y de la Luna, de la resurrección y del reinado eterno de Egipto”.

sábado, 18 de octubre de 2014

El Uritorco


En uno de los trabajos que desarrollara el antropólogo Guillermo Alfredo Terrera, se replica la historia que —se cree—pertenece a los comechingones, quienes la transmitieron a los españoles.
Un cacique gobernaba con rectitud y justicia a su pueblo y había logrado dominar las fuerzas de la naturaleza y los cielos, de las que se valía para proteger a los suyos de todos los males. Esos conocimientos los había obtenido en las profundidades de una cueva, que sólo él conocía.
Un día, una tribu enemiga que codiciaba esos poderes, decidió atacar el pueblo del cacique. Marcharon con sus mejores armas, pero ocurrió algo imprevisto. Cuanto más empeño ponían en acercarse a sus enemigos, las sierras por donde caminaban se volvían desconocidas. No sólo eso, también el sol parecía cambiar de lugar; y a la noche, las estrellas se desordenaban.
Una mañana creyeron encontrarse muy cerca de la ciudadela del cacique. Ya se preparaban a lanzar el ataque cuando se dieron cuenta de que era su propio pueblo. El cacique se había burlado de ellos. Durante días habían caminado en círculo. El poder del cacique formaba una muralla de confusión que hacía perder a todo aquel que deseara el mal para su pueblo. A partir de ese día, juzgaron inútil todo ataque, pero no se dieron por vencidos, y esperaron el momento propicio para vengarse.
Tiempo después, el cacique fue padre de dos criaturas. Una y otra eran tan parecidas, que hasta la madre tenía que hacerles una marca con un carbón para distinguirlas. Cuando el pueblo enemigo se enteró de este nacimiento tuvieron una idea.
Sabían muy bien que sólo aquellos que se acercaran con buenas intenciones lograrían encontrar las tierras de sus enemigos, así que separaron de la tribu a dos varones recién nacidos y los criaron alejados de odio hacia el pueblo del cacique.
Cuando los varones se hicieron hombres, se los invitó a emprender viaje hacia las tierras del cacique. Allí fueron recibidos con afecto; no tardaron en enamorar a las hijas del cacique; y se casaron con ellas.
Con el tiempo, los jóvenes visitaron el lugar donde habían sido criados. Era el momento esperado por los enemigos del cacique. Cuando los jóvenes emprendieron el camino de regreso para reencontrarse con sus mujeres, fueron acompañados por una avanzada de guerreros que —ocultos y a prudente distancia—, señalaron cada rincón del camino, para guiar al grueso del ejército.
Apenas lograron entrar a las tierras del Cacique, asesinaron a toda persona que se cruzaba en su camino. Los jóvenes esposos defendieron el pueblo de sus mujeres; uno de ellos murió en la pelea, mientras el otro fue apresado junto al cacique, su mujer y sus hijas. Con el cacique en sus manos, se dispusieron a arrancarle el secreto de la cueva oculta. Pero el cacique no pronunció palabra, ni siquiera cuando fueron torturadas hasta morir su mujer y sus hijas. Tampoco cuando él mismo fue atormentado durante días. Cuando el cacique estaba por expirar, su rostro se transformó hasta asustar a sus enemigos. Lanzó un grito de dolor que hizo temblar la tierra y oscurecer los cielos. En el suelo se abrieron enormes rajaduras donde fueron cayendo los enemigos del cacique; el resto lo hizo el fuego que saltó desde el fondo de la tierra y el que cayó del cielo. Fue entonces cuando el cacique, llamado Uritorco, se hizo cerro.
Su rostro puede adivinarse en los pliegues de la pendiente que mira al oeste. Sus hijas se volvieron el cerro Las Gemelas y la mujer del cacique se convirtió en el río que acaricia eternamente ambos cerros al que se lo llama Calabalumba, al pasar junto al pueblo. El perfil del joven que murió defendiendo a una de las hijas de Uritorco, también fue eternizado, y puede verse en Los Terrones.



miércoles, 1 de octubre de 2014

Tortuga veloz

   


La tortuga tiene habitualmente, una imagen de lentitud. Sin embargo, es un animalito que simboliza la longevidad y la constancia. No es cualquiera la tortuga. No se crea. Forma parte de los cuatro animales celestiales del Feng Shui, junto con el Dragón, Fénix y el Tigre. O sea. Está bien rankeada.
Al parecer, las tortugas son tan importantes como los dragones y representan —además de las referidas longevidad y constancia— la estabilidad, el equilibrio, la buena fortuna, el apoyo y la protección.
La Tortuga Cabeza de Dragón combina dos de los cuatro animales celestiales. Esta combinación produce una unión armoniosa entre el Dragón y la Tortuga, entre la ambición y la sabiduría. Esta imagen tradicional es utilizada como símbolo de paz, autoridad firme y longevidad.  La cría de tortuga que lleva a la espalda representa las nuevas oportunidades que nos trae, además de atraer la salud y la buena suerte.
Aseguran que es importante poner una imagen de una tortuga, en la habitación de una persona mayor. Si esta se chivara y/o enojara, llevar la imagen de la tortuga para el lado de living y evitar chisporroteos con la nona.

La imagen que ilustra el post, corresponde a una tortuga que trabaja en los Colgantes de la Buena Suerte, un producto de la línea Clotildos, de El Artesano Insano.  

viernes, 19 de septiembre de 2014

Barbudos y de ojos verdes


La información sobre los indios Comechingones no es muy cuantiosa. Sin embargo, algunos datos aislados ayudan a comprender muchas cosas. Por ejemplo, hay antropólogos que tienden a considerar a los hênia-kamiare (verdadero nombre de los comechingones) como un conjunto muy diferenciado del grupo huárpido y dos de los rasgos que más han llamado la atención, son su aspecto caucasoide —los varones eran barbudos ya en la pubertad—; sus tallas relativamente elevadas para su época —aproximadamente 1,71 m en los varones—; y la existencia de una frecuencia de quizás el 10% de individuos de ojos verdosos.

Quizás los hênia-kamiare remonten sus orígenes a poblaciones de la cultura Ayampitín milenaria —al menos existente desde el 6000 a.C.—, cultura arqueológica que ha dejado rastros hasta en Tarija, aunque no hay certezas. Por el contrario, la llamada Cultura Ongamira —que comprendía Ongamira, Quebrada de Luna (los Terrones); cerro Minas, y cerro Colchiquín surgida hacia el 4600 a.C.— es precedente directo de la cultura comechingón, aunque recién se puede hablar de una cultura comechingón propiamente dicha en el período que va del 500 al 1600 d.C, la que se diluyó con la criolla-española tras el siglo XVI, ya que uno de los últimos asentamientos con una cultura "comechingona" típica se ubicó en la localidad de Nono hasta el año 1750.

miércoles, 27 de agosto de 2014

De peces y panes



Los Colgantes de la Suerte que forman parte de la línea Los Clotildos, cuentan con la presencia de peces, ya que éstos tienen una simbología muy fuerte desde tiempos inmemoriales. Los peces son símbolo de riqueza, fertilidad y buena suerte. Para los chinos, parece que la palabra también significa dinero y, dicen por ahí, que lo ideal es tener ocho peces dorados (y no comerse ninguno). El pez también ha sido un antiguo símbolo para representar a Cristo y, según la tradición africana, sostiene una relación con Oxum y Lemanjá, como emblema de la fertilidad. 

viernes, 22 de agosto de 2014

Cuentos de Clotildos


Este fin de semana lanzamos los Cuentos de Clotildos. Se trata de historias para niños (de 2 a 98 años) que —además de un muñeco Clotildo de regalo—, tienen como característica principal que las historias tendrán final abierto. Esto es: cada lector se encargará de escribir cómo cree que termina cada una de las historias. A esos finales, junto al cuerpo principal del cuento, los iremos publicando en este blog, en la medida en que los “co-autores” nos envíen el material.

En la primera entrega —lo decimos agrandados como si se tratara de fascículos—, se publica “La Fiesta de Primavera y la Araña Tacaña”, con la participación especial de ella: la Araña Tacaña

jueves, 14 de agosto de 2014

Cóndor eterno



Los comechingones veneraban la fuerza y el poder de las aves, privilegiando cóndores y águilas, así como otros pueblos lo hicieron con felinos o serpientes. Cuentan las historias, que los pájaros aparecen asociados a lo mítico y a las transformaciones sufridas por los chamanes tras el consumo de los alucinógenos.
El cóndor era para los comechingones el ave perpetua, el ave que nunca podía morir, como el Ave Fénix. Pero esto tiene sus razones lógicas por lo siguiente:
• el cóndor es un rapaz que vive algo más de cien años y cuando advierte que le flaquean las fuerzas, remonta vuelo hacia arriba y desde lo alto cierra el sistema respiratorio, lanzándose contra el suelo, donde naturalmente muere.
• Sin perder tiempo, los comechingones corrían hacia el ave muerta, le sacaban las plumas y le daban sepultura en un lugar de la sierra, llevándolo en procesión
• Lo sepultaban y nadie podía ir dentro de las quince lunas
• Cuando volvían el cóndor no estaba, porque lo habían comido las alimañas

• Ellos creían que los hermanos cóndores habían venido a buscarlo y estaba volando con ellos.

viernes, 8 de agosto de 2014

Doña Mariquita



Los coccinélidos (coccinellidae) son una familia de insectos coleópteros de la superfamilia Cucujoidea. Reciben diferentes nombres vulgares según el lugar. Tienen el cuerpo redondeado y con frecuencia colores vivos. Muchas especies se alimentan de pulgones, por lo que contribuyen a controlar estas plagas.
Su nombre común varía según la especie y el país. Los más habituales son: en Argentina, mariquita y vaquita de San Antonio; en Chile, vaquita de San Antón; chinita o mariquita en Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Colombia, Venezuela, Bolivia, Perú, Paraguay, Honduras, Costa Rica y Nicaragua; mariquita o mariquitilla en España; sarantontón en las Islas Canarias; catarina en México; y San Antonio en Uruguay.
Culturas de todo el mundo asocian a la amable mariquita con la buena suerte y la buena fortuna. Para los granjeros ingleses y franceses es una señal que anuncia buen tiempo en los próximos días. En Suecia y otros países, la mariquita proporciona suerte que ayudar a encontrar el amor verdadero. En algunas culturas de Asia, se cree que la mariquita entiende el lenguaje humano y que ha sido bendecida por los dioses.
En Europa durante la Edad Media, las plagas de insectos dañinos a menudo destruían las cosechas, así que los granjeros católicos rezaban a la Virgen María pidiendo su ayuda. Pronto aparecían las mariquitas, que atacaban a los insectos dañinos, salvando la cosecha. Los agricultores comenzaron a llamar a la mariquita "El escarabajo de Nuestra Señora". Las alas rojas se asociaron con la capa de color rojo de la Virgen y las manchas negras se consideraban sus "penas y alegrías".
La mariquita es el "insecto oficial" de los estados norteamericanos de Delaware, Massachusetts, New Hampshire, Tennessee y Ohio.
Una mariquita que se posa sobre una persona le proporciona buena suerte y, si se posa sobre una persona enferma, se cree que al irse se lleva la enfermedad consigo y que la persona mejorará pronto.
Siempre que se encuentra una mariquita es un augurio de buena suerte (y cuanto más roja sea la mariquita, mayor será la suerte).
Cuando una mariquita se posa en la mano de una recién casada, el número de puntos en su espalda será el número de hijos que tendrá. También se cree que el número de manchas en la espalda de la mariquita corresponde con el número de meses de felicidad que se conseguirán. En Alemania, cuentan los puntos negros de sus alas. Si son siete, es señal que habrá hambruna; si son menos, señal que habrá excelente cosecha. Otra tradición popular asegura que si encontramos una mariquita en el interior de nuestra casa, el número de puntos en su espalda se corresponde con la cantidad de dinero que encontraremos al poco tiempo.

En los colgantes de la Suerte de El Artesano Insano, están presentes las mariquitas.

lunes, 4 de agosto de 2014

Fiestas y rituales



La cultura de los indios comechingones era muy apegada a los rituales. Ellos realizaban de manera permanente ceremonias, que servían para determinados fines. Parece ser que todo (o casi todo) era motivo para un brindis. La menarca —la primera menstruación de las jóvenes comechingonas— daba para una ceremonia. Se moría un comechingoncito y había ceremonia. Nacía otro comechingoncito y dale con los brindis. Se casaba una pareja de comechingones y otro brindis y ceremonia. Obvio: dicen los historiadores que en cada ceremonia se cazaban una flor de mamúa, de la que se recuperaban días después y, justo cuando se sentían mejor, se moría el nono y otra vez ceremonia.  

miércoles, 30 de julio de 2014

Mano de Fátima



¿Quién era Fátima? Se trata de la hija del profeta Mahoma y su nombre completo era Fátima Azzahra. El valor de esta imagen es variado, según las fuentes que se consulten, aunque llama la atención que forme parte de la cultura tanto judía como musulmana. Para los judíos se llama Khamsa o Hamsa o Chamsa, aunque también aparece como Mano de Miriam que era la hermana de Moisés y Aarón. El nombre de Mano de Fátima corresponde a la cultura musulmana.

Por un lado están quienes afirman que no se trata de una imagen que haya sido utilizada por sus poderes. Sin embargo, las creencias populares le otorgan la capacidad de un potente talismán que protege contra las enfermedades: atrae la hospitalidad;  aleja el mal de ojo;  neutraliza la infidelidad; protege en las catástrofes; evita la rabia; atrae la buena suerte pues la mano guarda todo lo bueno de la vida; y protege de todo mal, deteniendo con la palma de la mano, cualquier influencia negativa que pueda surgir.

Cada uno de los dedos representa una virtud: fe, caridad, ayuno, oración, peregrinación. Pero además está unida al valor del número cinco (por la cantidad de dedos, obvio), que representa los sentidos humanos, los elementos de la tierra y los colores primarios, en tanto los judíos la vinculan con los cinco libros de la Torá.


viernes, 25 de julio de 2014

Moda Comechingona


Los Comechingones eran unos capos a la hora de vestirse. Usaban delantal largo, camiseta y manta pa’cuando venía la fresca. El delantal estaba atado a la cintura por una faja tejida, en tanto la manta se usaba como una túnica, con sus laterales cocidos para no andar mostrando nada que después fuera tapa de revista.
Ellos desarrollaron muy bien el arte del tejido, partiendo de un hilado de alta precisión para la lana que les proveían las llamas, alpacas y vicuñas y cerrando el proceso con un tramado muy pequeño que les permitía trabajos excelentes en aberturas, ruedos y las botamangas. Sus prendas tenían adornos con chaquiras y tientos (tiras de cuero); pequeños elementos de cuero, barro cocido y metal a modo de accesorios, como las varillas de metal que se ponían en la cabeza como si fueran plumas y la tradicional y colorida vincha. Los capos de la tribu —caciques, guerreros y curanderos— tenían trajes de cuero con mucha ornamentación que incluía plumas y para las fiestas se ponían en la cabeza mandíbulas de animales salvajes (sin el resto del animal se entiende).
Ah… y ellas se ponían más atractivas usando perfumes… sí señor… usaban el jugo de un fruto que llamaban suico y se supone que los varones quedaban de la nuca cuando olían ese perfume.
(La imagen que ilustra esta historia, corresponde a la página web del Parque Temático Yucat, de Merlo, provincia de San Luis, donde se muestra como era la vida en la Tierra de los Comechingones. Por cierto, un lugar para ir a conocer, algo que haremos apenas tengamos un tiempo disponible)


martes, 22 de julio de 2014

Ojo de Horus

  



Este amuleto tiene su origen en la civilización egipcia y es la representación del Sol, de quien se dice que es el “Ojo del día”. La historia indica que ha sido utilizado en toda la cuenca mediterránea desde tiempos remotos contra el mal de ojo, que pueden provocar los envidiosos. Antiguamente no había niño recién nacido que no tuviera uno de estos objetos sobre su cuna, pues se creía que la inocencia de los bebés atraía la envidia. En la imagen, vemos el Ojo de Horus dentro de la Mano de Fátima, a la que nos referiremos más adelante.
Ambos elementos, forman parte del producto 7 Elementos de la Suerte, colgante decorativo de la línea Los Clotildos que tiene El Artesano Insano, cuya web están obviamente invitados a visitar. 

martes, 15 de julio de 2014

Barba roja



Los comechingones eran altos. Tenían el cabello rojizo. Sí. Rojizo y algunos eran rubios. A diferencia de todas las etnias de la región, usaban barba. Copiosa barba y esto llamó mucho la atención de los colonizadores europeos que estaban acostumbrados a ver pueblos de hombres lampiños y morenos. Y las mujeres —que no usaban barba— tenían flequillo y trenzaban sus largos cabellos. Así lo expresa Reginaldo Tulián, un descendiente directo de los comechingones, en un reportaje que le hiciera Griselda Gómez en La Mañana de Córdoba, allá por octubre de 2005. Tulián afirma que “… siempre con relación a la llegada de los españoles nos han hecho creer que la historia comenzaba cuando llegaron ellos acá. Por el contrario, termina, porque es la última cultura que encuentran aquí en América. Por otro lado estos comechingones tienen una antigüedad de mil años antes de la era de Cristo”.

sábado, 12 de julio de 2014

El Señor Búho (capítulo III)


Aseguran que el Búho —por su relación con lo oscuro y oculto—, es el tótem de los psíquicos y videntes y en la actualidad, es un apreciado talismán de buena suerte para mucha gente. Fue el ave de la muerte en Egipto, India, China, Japón, América Central y del Sur. En muchas culturas, incluso actualmente en poblaciones rurales, su ulular se interpreta como presagio de muerte y ya los antiguos beduinos creían que las almas de los muertos tenían forma de pájaro —normalmente de Búho—, que sobrevolaba la tumba durante cierto tiempo. La antigua civilización china lo relacionó con el trueno y el solsticio de verano. Para los indios norteamericanos de las praderas, el Búho era un protector sobrenatural. Los Hopi veían estas aves como los maestros de la medicina nocturna. Hay quienes los relacionan con la percepción, la visualización y los sueños, la observación y el discernimiento. También alertan de los peligros y descubren la oscuridad de los demás.

Las plumas de las alas del Búho son las más suaves que existen y le permiten volar casi en silencio y por ello se usaban en muchos rituales y ceremonias. Para los griegos, Palas Atenea (Minerva romana) era “la de los ojos de Búho”, porque son los que velan cuando todos duermen. Esta diosa representa la sabiduría, la reflexión y el conocimiento racional y también es diosa de todas las artes y era la Lechuza su animal sagrado. Otro mito griego es el del pastor Endimión —enamorado de Selene, la Luna—, al que los dioses concedieron el deseo de no dormir y mantener los ojos abiertos para ver todas las noches a su amada.

martes, 8 de julio de 2014

Brindis comechingón


Los comechingones no tendrían barman pero eso no era obstáculo para tomarse algunos tragos. Entre sus costumbres de subsistencia, estaba la recolección de frutos silvestres tales como chañar, molle y tala, con los que fabricaban dulces y bebidas refrescantes y alcohólicas. Sin embargo, el fruto más importante era el algarrobo con el que se abrían dos líneas de “producción”. Por un lado, una vez molido, servía para hacer patay, un pan de sabor algo dulce. Por el otro, con el fruto del algarrobo negro fermentado, fabricaban la aloja, que precisamente quiere decir bebida alcohólica. El fruto del algarrobo blanco no se salvaba. Una vez fermentado, servía para hacer la añapa, una bebida refrescante sin alcohol con la cual nadie se ponía en curda.

viernes, 4 de julio de 2014

El Señor Buho (capítulo II)


Siempre que se habla de los búhos, surge la pregunta: ¿no es lo mismo un búho que una lechuza?
No. No son lo mismo aunque son familiares cercanos. Ambos pertenecen a la familia de los Strigiformes —igual que todas las aves rapaces nocturnas—, pero esa familia se divide en dos: por un lado los Strigidae (que son los búhos) y por otro los Tytonidae (que son las lechuzas).
¿Cuáles son las principales diferencias? La cabeza, los ojos y las patas.
La cabeza de los búhos es más grande que la cabeza de las lechuzas, aunque las lechuzas tienen su cabeza demasiado grande respecto a su cuerpo y con forma de corazón. Los búhos tienen penachos de plumas en la cabeza —que las lechuzas no tienen— y que les sirven a modo de “súper orejas” para escucharte mejor.
Los ojos de las lechuzas son más pequeños y su pico más recto y alargado. Los ojos de los búhos son más grandes, están dirigidos hacia adelante y tienen muy poca capacidad de movimiento. No obstante, han desarrollado la capacidad de girar la cabeza nada menos que 270 grados, algo que no es recomendable para los humanos.
Las patas de los búhos son más pequeñas que las de las lechuzas.

lunes, 30 de junio de 2014

Comechingones | origen de su denominación


La historia nos contó que los indios comechingones eran un conjunto, pero en realidad se trató de dos grupos —al parecer bien diferenciados— que se denominaban
hênîa —ubicados al norte— y kâmîare —residentes de la región sur— que, a su vez, estaban subdivididos en aproximadamente una decena de parcialidades.
¿Pero entonces la palabra comechingón de dónde surge?
No hay una definición concreta e indiscutible. Son por lo menos cuatro las versiones que nos provee la historia, de los pocos que se han dedicado a estudiar a este grupo.
La versión 1 dice que —de acuerdo a su etimología— la palabra “comi” significa serranía o sierra; la palabra “chin” sería pueblo; y el sufijo “gon” es el plural de la palabra pueblo. En síntesis sería “pueblos de las serranías”.
La versión 2 difiere de la anterior solo en el sufijo. Esta alternativa indica que la traducción de “gon” sería abundancia, por lo que la síntesis en este caso sería “valle serrano de muchos pueblos”.
La versión 3 le otorga protagonismo a una tribu vecina y no muy amiga: los sanavirones, cuyo centro de acción estaba donde hoy es Santiago del Estero. Estos vecinos calificaban a sus colindantes como “kamichingan”, cuya traducción sería vizcachas. Esto se relacionaba con las formas de las viviendas, algunas cavadas en la tierra, al mismo estilo que los roedores de la familia de los chinchillidaes.
La versión 4 tiene origen en los invasores españoles, quienes les dieron el nombre cuando escucharon el grito de guerra: Kom-chingón!, que traducido significaría “muerte al invasor”, según las crónicas que Justo de Vivar escribió en 1558.

La versión 4 y medio, dice que es probable que los sanavirones hayan escuchado ese grito de guerra y —mofándose de sus vecinos— hayan transformado el Kom-chingón en Kamichingan. O sea: de “muerte al invasor” a “vizcacha”. 

viernes, 27 de junio de 2014

El señor Elefante (1)


No deben ser muchos los obstáculos que puedan detener a un elefante. Seguramente por eso, en India aseguran que la presencia de una figura de elefante en el hogar, garantiza la desaparición de todos los obstáculos del camino. 
Los elefantes —además de representar poder—, son símbolo de sabiduría, paz y felicidad. Pero además —en prácticamente todo el mundo— el elefante representa la buena fortuna y aquí viene algo interesante para tener en cuenta. Dicen que si la trompa está para arriba garantiza buena fortuna. Pero si la trompa está para abajo, la mala suerte viene a granel. 
Las figuras de elefantes atraen la buena suerte; larga vida (como la leche); sabiduría; ayudan a alejar las envidias; nos enseñan a ser resistentes ante la adversidad; a tener paciencia; y a destruir obstáculos. En definitiva: unos capos totales los elefantes. 

jueves, 12 de junio de 2014

El Señor Búho (capítulo I)



El búho debe ser uno de los animales que mejor prensa tiene. Es muy difícil encontrar a alguien que lo repruebe o condene. 
Es que el búho —tanto como su cercano pariente, la lechuza— arrastra una historia extensa y de enorme brillo. Ya los griegos tenían a los búhos como representantes de Atenea, la diosa de la sabiduría. El antiguo Egipto, la Europa Celta y la filosofía hindú tenían a los búhos como importantes tótem. 
En nuestras tierras americanas, los pueblos originarios mantuvieron al búho asociado con la sabiduría, la previsión y como guardianes del conocimiento sagrado. 
En la edad media, en Europa creían que los búhos en realidad eran sacerdotisas —o en el peor de los casos brujas— y magos encubiertos, que tomaban esa forma para acceder a otros planos o para escapar rápido ante situaciones de peligro. El acceso a otros planos bajo la forma de búho, era creencia también de los chamanes americanos. 
En definitiva, el búho o lechuza es un símbolo de misticismo, sabiduría y ante todo: misterio, proporcionando intuición, conocimiento, clarividencia para cualquiera que le presta atención y lo invoca. Las figuras representativas de este animal, atraen al hogar prosperidad y abundancia y no importa el tamaño ni el material del que esté hecho: se necesita cuidarlo con respeto. 
Se puede colocar como centro de mesa o en cualquier otro lugar de la sala de estar, incluso puedes llevar contigo una versión pequeña (como un collar por ejemplo) para que siempre estén contigo energías positivas y buenas vibras.

Por dónde empezar



Latinoamérica es una exuberante y opulenta factoría de mitos y leyendas, tejidas por la propia y maravillosa historia de sus pueblos originarios. 

Las esquelas que acompañan nuestros productos, pretenden ser un aporte al objetivo mayor de recuperar la memoria de esos pueblos, narrando pequeñas grandes historias.

La evocación de esa cultura, se fortalece con la elaboración de artesanías rústicas que no tienen como objetivo replicar con precisión las expresiones de las culturas aborígenes, sino que son una pleitesía donde prevalece una de las mayores virtudes que tuvo la etnia comechingón: el sentido del humor. Y empezaremos por ellos —los comechingones—, pues allí están los lejanos orígenes de uno de los integrantes de El Artesano Insano.

No se trata solamente de una herencia cultural, sino de un respetuoso homenaje.