jueves, 30 de julio de 2015

Morir a las carcajadas

Guillermo Alfredo Terrera fue uno de los más prolíficos investigadores de las culturas originarias de la región sur de América y, al mismo tiempo, una de las fuentes informativas más completas sobre la vida de los indios comechingones, de quienes poco se sabe. Alrededor de los informes de Terrera, se han difundido algunos otros datos —como mitos y leyendas—, que no dejan de ser interesantes.

Alguna vez, alguien relató que “… al llegar los españoles a estas tierras, los comechingones se mostraron reacios a aceptar la servidumbre que les exigía el conquistador. El primer acto de resistencia se produjo en el segundo año de la fundación de Córdoba (1573), cuando un grupo de indios mataron al Capitán y alcalde Blas Rosales y sus hombres”. Agregamos nosotros que hay versiones que indican que la muerte de estos colonizadores se produjo porque los mandos españoles habían repartido tierras entre sus filas y que en esas tierras vivían precisamente los comechingones que obviamente las defendían como propias. “Para castigar esta rebelión, el Teniente Gobernador Don Lorenzo Suárez de Figueroa envió una expedición que enfrentó a los comechingones en el cerro o peñón de Charalqueta (Ongamira), donde éstos se habían fortificado”.

Aquí vale advertir que existe otra versión que indica que el peñón donde estaban los comechingones era prácticamente inaccesible. Que los españoles giraban a su alrededor buscando la forma de subir y no encontraban alternativa alguna. Y que además (no descartemos que sea verdad), los arcabuces con los que disparaban los españoles no llegaban a destino por la altura del peñón lo cual les resultaba a los indios absolutamente divertido, burlándose a las carcajadas del fracaso de los atacantes. Al parecer, a uno de los conquistadores se le soltó un perro que, con su olfato, encontró el lugar por donde habían subido los comechingones y ese fue el principio del final.

Hay una leyenda que dice que “…los españoles realizaron un rodeo con sus caballos, y al llegar a la cima del peñón, exterminaron a los comechingones y muchas mujeres que acompañaban a sus hombres se arrojaron desde la cima cargando en sus brazos a sus hijos”. Otra versión asegura que todos los comechingones que estaban sobre el peñón se lanzaron al vacío, prefiriendo la muerte a la esclavitud. 

Coinciden todas las versiones en que “… la viruela, el hambre y los trabajos forzados lograron que en menos de cien años del ingreso de los españoles a la región, los comechingones resultaran diezmados”.

viernes, 24 de julio de 2015

Leyenda El Niño Alcalde

Se cuenta que San Francisco Solano salió un día con la cruz y el violín a recorrer caminos y encontró en un pajonal, una hermosa imagen del Niño Dios, que le sonreía al mirarlo. Lo levantó y con todo cuidado lo llevó a su casa. Al poco tiempo le dieron la noticia que miles de indios de diferentes tribus, venían hacia la ciudad de La Rioja para destruirla. Tomó al Niño Dios y al violín y se dirigió a la quebrada de Los Sauces a esperarlos, Se sentó, colocó al Niño Dios a su lado y se puso a tocar una melodía con su violín. Las notas de la canción atravesaron las laderas de los cerros a través de las solitarias cumbres. Era una música suave, melancólica y tan triste que se oía a gran distancia. Hasta los pájaros habían callado ante el embrujo de aquellas notas. Llegaron los indios, avanzando muy despacio, para no quebrar aquel encanto. Se detuvieron lejos del Santo y poco apoco se fueron acercando hasta tocarlo. El Santo siguió con su melodía embelesándolos. Y cuando vio que con su arte había ganado el respeto de los indígenas, dejó de tocar y levantando al Niño Dios sobre sus hombros, les explicó lo que representaba y pidió su nombramiento como alcalde, es decir de gobernador de la ciudad, a quien debían obedecer en sus mandatos. Dicen que desde entonces lleva el nombre de Niño Alcalde. Se cuenta que San Francisco Solano ese día bautizó a nueve mil indios y que los restantes volvieron en paz a sus tiendas, con la promesa de no alzarse nunca contra el Niño Dios.

Esta leyenda es del Noroeste Argentino (La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy) y el nombre popular de la fiesta que lo recuerda anualmente es el Tincunaco, que se inicia el 31 de diciembre y culmina el 3 de enero. Los participantes en esta ceremonia se dividen en allis (hombres buenos de pueblo) y alféreces. Una procesión lleva al Niño Jesús llamado en ese día el Alcalde del Mundo. Otra procesión se encarga de San Nicolás de Bari. Al mediodía se produce el Tincunaco o sea el encuentro de ambas procesiones. San Nicolás hace tres reverencias al Alcalde del Mundo y los allí se entona un canto tradicional. Durante la ceremonia se pueden escuchar cantos indígenas de origen remoto entre los que se destaca el Año Nuevo Pacaría entonado por los allis.

martes, 21 de julio de 2015

Ofertas de temporada / capítulo 3

Tienen mucha gracia. Son absolutamente simpáticos. Cuelgan bien en cualquier rincón del hogar, de la oficina, del llavero e (inclusive) son aptos para reemplazar al zapatito colgando bajo el espejo que llevan los bondis. Se trata de los colgantes tejidos al crochet  de El Artesano Insano, que vienen en diferentes modelos y por tanto, ofrecen variantes de personajes como elefantes, búhos, maripositas, flores, vaquitas de san Antonio, pecesitos y otras tantas alternativas. En Noticias Insanas hay un lote de oferta por cambio de temporada. Lo puede ver accediendo a Arte en Ristras

miércoles, 15 de julio de 2015

Esopos y Samaniegos latinoamericanos

Leímos en la web Ciudad Seva, que el escritor boliviano Víctor Montoya en su “Tradición oral latinoamericana”, dice que “… no se sabe con certeza cuándo surgieron estas fábulas cuyos protagonistas están dotados de voz humana, pero es probable que fueran introducidos en América durante la conquista (siglo XVI), no tanto por las huestes de Hernán Cortés y Francisco Pizarro, sino, más bien, por los esclavos africanos llevados como mercancía humana, pues los folklorólogos detectaron que las fábulas de origen africano, aunque en versiones diferentes, se contaban en las minas y las plantaciones donde existieron esclavos negros; los cuales, a pesar de haber echado por la borda a los dioses de la fecundidad para evitar la multiplicación de esclavos en tierras americanas, decidieron conservar las fábulas de la tradición oral y difundirlas entre los indígenas que compartían la misma suerte del despojo y la colonización. Con el transcurso del tiempo, estas fábulas se impregnaron del folklore y los vocablos típicos de las culturas precolombinas”.

“Algunas fábulas de la tradición oral son prodigios de la imaginación popular, imaginación que no siempre es una aberración de la lógica, sino un modo de expresar las sensaciones y emociones del alma por medio de imágenes, emblemas y símbolos. En tanto otros, de enorme poder sugestivo y expresión lacónica, hunden sus raíces en las culturas ancestrales y son piezas claves del folklore, porque son muestras vivas de la fidelidad con que la memoria colectiva conserva el ingenio y la sabiduría popular”.

“Los personajes de las fábulas representan casi siempre figuras arquetípicas que simbolizan las virtudes y los defectos humanos y, dentro de una peculiar estructura, el malo es perfectamente malo y el bueno es inconfundiblemente bueno y el anhelo de justicia, tan fuerte entre los niños como entre los desposeídos, desenlaza en el premio y el castigo correspondientes; más todavía, para que la moraleja y la nobleza de los diálogos adquieran mayor efecto, se ha recurrido al género de la fábula, cuyos personajes, aparte de ser los héroes de los niños latinoamericanos, no tienen nada que envidiar a los de Occidente y a los dibujos animados de Walt Disney”.

“En la actualidad, las fábulas de la tradición oral, que representan la lucha del débil contra el fuerte o la simple realización de una travesura, no sólo pasan a enriquecer el acervo cultural de un continente tan complejo como el latinoamericano, sino que son joyas literarias dignas de ser incluidas en antologías de literatura infantil, por cuanto la fábula es una de las formas primeras y predilectas de los niños, y los fabulistas los magos de la palabra oral y escrita”.

viernes, 10 de julio de 2015

Ofertas de temporada / capítulo 2

Continuamos con nuestra liquidación de stock. Ahora le ofrecemos para el cuello de la dama y la cervical del caballero, una serie de collares artesanales con diseños vinculados a diferentes etnias latinoamericanas. Pueden acceder a los modelos desde la columna de Noticias Insanas y allí —en la página titulada A ver esos cuellos— encontrarán además los precios de los diferentes lotes de liquidación. La cuestión de las ofertas viene mejor de lo que pensábamos, razón por la cual (si le interesan) no es recomendable esperar mucho tiempo. Usted me entiende, dijo el artesano insano. 

miércoles, 8 de julio de 2015

Leyendas de conejos

Admitiendo que no resulta del todo fácil determinar con precisión el origen de muchas leyendas, aquí traemos una vinculada a los simpáticos conejos que, al parecer, tiene origen en la cultura maya, aunque hay algunas versiones diferentes (y mucho más crueles), donde el origen se hace más borroso.

Hace mucho, mucho tiempo, las orejas de los conejos no eran tan largas como las que ahora tienen. Una tarde, un conejo comía granos en un campo de trigo. Iba distraído. No pensaba en otra cosa que no fuera masticar y masticar lo más rápidamente posible, cuando oyó que dos ratas conversaban en voz baja.

Una de ellas decía:
— ¡Qué buena suerte tengo! He encontrado una cueva llena de trigo, de un trigo grande, dorado, como si lo hubieran escogido para que yo lo encontrara.
—Pues sí que es buena suerte, porque los conejos escogen lo mejor del trigo para comérselo y para llevarlo a sus bodegas, le respondía la otra rata.

El conejo oyó parte de la conversación y, especialmente lo que decían de los conejos. Como era muy curioso y quería enterarse de todo, fue acercándose al lugar donde estaban las ratas y se escondió detrás de una cerca.

—Lo que no quiero es que los conejos sepan que he encontrado esa cueva tan bien abastecida, porque en un momento cargan con el trigo y me dejan sin qué comer en el invierno.
—No es por curiosidad, comadrita, pero ¿Dónde está la cueva? No tenga desconfianza; si se lo pregunto es sólo para ayudarle a cuidar el tesoro.

La otra rata empezaba ya a decirle a la comadre dónde estaba la cueva, cuando el conejo, para oír mejor, estiró la cabeza por encima de la cerca y las orejas empezaron a crecerle tan rápidamente, que por más esfuerzo que hiciera no se detenían y crecían y crecían. Tanto se le agrandaron las orejas para escuchar mejor, que las ratas alcanzaron a ver esas orejas enormes y huyeron muy asustadas, dejando inconclusa la conversación.
Desde ese tiempo, los conejos siguen con las orejas largas tratando de escuchar algo que les permite saber dónde hay mucha comida.

Uno de los lugares donde leímos esta leyenda, es la web de Mitos Mexicanos

miércoles, 1 de julio de 2015

Ofertas de temporada / capítulo 1


"Ofertas de temporada" era una frase normal en los viejos anuncios publicitarios. Hoy prácticamente ha quedado en el olvido, pues los comercios creen que jerarquizan sus productos escribiendo “sale” en la vidriera, como si todos supieran inglés. Nosotros también tenemos nuestras sugerencias de precios convenientes y las estamos publicando aquí, en la columna de la derecha, dentro del rubro Noticias Insanas. La primera tanda le correspondió a las Pulseras de la línea Arte-Factos. La segunda fue para los muñecos de la línea Clotildos. Vendrán otras, porque pensamos renovar todo el stock para la temporada 2015-2016. Estará en ustedes aprovechar las ventajosas ofertas.