martes, 20 de enero de 2015

El algarrobo protector


 Dice la historia, que esto sucedió cuando los españoles descubrieron lo lindo de las sierras de Córdoba y el Valle de Calamuchita y quisieron quedarse con todo, sin reconocer a sus verdaderos dueños.
Una tarde destemplada, los comechingones —que trataban como siempre con mucha dedicación y cuidado en sus tierras—, intentaban preservar sus cultivos del inesperado ventarrón. Desde muy lejos, casi al final del valle, observaron un tumulto de polvo y bestias que avanzaban hacia ellos. Se asustaron muchísimo, nunca habían visto nada igual. Al acercarse el belicoso grupo vieron que eran hombres de piel blanca, sobre animales parecidos a sus llamas pero diferentes, con pelo en lugar de lana y cuello más corto. Mientras intentaban mirar bien de qué se trataba, se dieron cuenta que esos extraños venían cargados de armas y avanzaban con cara de poco amigos sobre ellos. Con una gran fuerza de voluntad, vencieron su miedo y como hombres del cacique comechingón Ipachi Naguan, lucharon contra los blancos.
El combate duró mucho, demasiado, y el hambre y el cansancio fueron agotando a los comechingones. Ipachi Naguan consultó a los sabios y estos le aconsejaron que otorgara descanso a su pueblo, de lo contrario, todo se perdería. El cacique decidió guiar a su gente hacia un bosque de algarrobos. Les costó mucho llegar. No solo estaban exhaustos y hambrientos sino tristes y desolados
¿Cómo podrían vencer a estos extraños invasores si ni siquiera entendían sus modos de atacarlos con esas sofisticadas y totalmente desconocidas armas?
Ipachi Niaguan resultaba un buen jefe y bajo ninguna circunstancia iba a dejar que su pueblo sucumbiera ante el primer gran escollo. Fue entonces que —protegidos momentáneamente de los ataques pero no del hambre que los carcomía—, el cacique pidió a los dioses, con toda humildad pero con gran firmeza que cuidaran a sus mujeres y niños.
El tiempo transcurría y nada pasaba, todo parecía perdido, los comechingones sentían la proximidad de la muerte
¿Era posible que esto sucediera sin que los dioses se apiadaran de ellos?
Entonces ocurrió lo inesperado: las ramas de los algarrobos comenzaron a sacudirse de tal modo que en un principio hubo quien pensara en el posible enojo de las divinidades; pero vieron fascinados que desde las alturas comenzaba a caer una maravillosa lluvia de frutos que se abrieron y dejaron ver sus semillas.
Esas algarrobas fueron el mejor alimento para los indígenas. Luego de compartir sus rezos de agradecimiento, comieron hasta que la fuerza volvió a sus debilitados cuerpos.
Después rieron y cantaron: se sintieron plenos de confianza. Entonces, volvieron a la batalla y vencieron a los españoles: el fruto de los algarrobos había salvado, al menos esa primera vez, a los habitantes de aquella tierra.
Texto extraído de la web www.redcalamuchita.com.ar/

martes, 6 de enero de 2015

Mister Pato


 
Son pocos los animales que carecen de representación o implican valores y significados para las diferentes creencias que hay en el mundo. Y allí también están los patos, que por lo visto son algo más que simpáticos personajes de dibujos animados. 
Resultó ser que los palmípedos, han representado para los chinos un símbolo de parejas y matrimonios afortunados. Como se utilizan siempre en pareja, los chinos le venden dos patos.
¿Qué simbolizan los patos? Tienen como función aportar energía romántica; matrimonios y parejas leales y duraderas; y —como si fuera poco el trabajo de los plumíferos— también atraen pareja para las personas solteras.
Dicen que lo más conveniente es colocarlos en el sector de las relaciones de la casa: esto es el dormitorio o salón. Pero hay que estar atentos a los objetivos para saber cómo colocar a los patos.
• Para atraer pareja se debe colocar los patos mirándose el uno al otro.
• Para mantener una pareja se colocan juntos y mirando en la misma dirección.
Es muy importante no tener un solo pato, ni más de una pareja de patos por habitación. 
Las leyendas aseguran que la significación de los patos, puede aplicarse también a muchos pájaros. De todas maneras, el pato que ilustra la nota, forma parte de la línea de muñecos de El Artesano Insano y, como anécdota, el primero de esos patos fue vendido a turistas japoneses, razón por la cual el pato debe andar a esta hora comiendo sushi y tomando sake.