viernes, 19 de septiembre de 2014

Barbudos y de ojos verdes


La información sobre los indios Comechingones no es muy cuantiosa. Sin embargo, algunos datos aislados ayudan a comprender muchas cosas. Por ejemplo, hay antropólogos que tienden a considerar a los hênia-kamiare (verdadero nombre de los comechingones) como un conjunto muy diferenciado del grupo huárpido y dos de los rasgos que más han llamado la atención, son su aspecto caucasoide —los varones eran barbudos ya en la pubertad—; sus tallas relativamente elevadas para su época —aproximadamente 1,71 m en los varones—; y la existencia de una frecuencia de quizás el 10% de individuos de ojos verdosos.

Quizás los hênia-kamiare remonten sus orígenes a poblaciones de la cultura Ayampitín milenaria —al menos existente desde el 6000 a.C.—, cultura arqueológica que ha dejado rastros hasta en Tarija, aunque no hay certezas. Por el contrario, la llamada Cultura Ongamira —que comprendía Ongamira, Quebrada de Luna (los Terrones); cerro Minas, y cerro Colchiquín surgida hacia el 4600 a.C.— es precedente directo de la cultura comechingón, aunque recién se puede hablar de una cultura comechingón propiamente dicha en el período que va del 500 al 1600 d.C, la que se diluyó con la criolla-española tras el siglo XVI, ya que uno de los últimos asentamientos con una cultura "comechingona" típica se ubicó en la localidad de Nono hasta el año 1750.