Siempre que se habla de
los búhos, surge la pregunta: ¿no es lo mismo un búho que una lechuza?
No. No son lo mismo
aunque son familiares cercanos. Ambos pertenecen a la familia de los
Strigiformes —igual que todas las aves rapaces nocturnas—, pero esa familia se
divide en dos: por un lado los Strigidae (que son los búhos) y por otro los
Tytonidae (que son las lechuzas).
¿Cuáles son las
principales diferencias? La cabeza, los ojos y las patas.
La cabeza de los búhos
es más grande que la cabeza de las lechuzas, aunque las lechuzas tienen su
cabeza demasiado grande respecto a su cuerpo y con forma de corazón. Los búhos
tienen penachos de plumas en la cabeza —que las lechuzas no tienen— y que les
sirven a modo de “súper orejas” para escucharte mejor.
Los ojos de las lechuzas
son más pequeños y su pico más recto y alargado. Los ojos de los búhos son más
grandes, están dirigidos hacia adelante y tienen muy poca capacidad de
movimiento. No obstante, han desarrollado la capacidad de girar la cabeza nada
menos que 270 grados, algo que no es recomendable para los humanos.
Las patas de los
búhos son más pequeñas que las de las lechuzas.
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