En el anterior despacho, habíamos referenciado la cantidad
de interesantes datos que tiene la web de Ser Comechingón sobre esta etnia casi
desconocida en sus detalles. Ya hicimos mención a la Etimología y Significado
del término Comechingón; a sus Orígenes; y su Ubicación. En esta edición
transcribimos datos sobre su Organización Social y Cultural y sus Costumbres,
quedando para las ediciones posteriores información sobre sus Viviendas; la
Alimentación; el Arte y la Tecnología; las Pictografías; y el Idioma.
• Organización
Social y Cultural
Los Comechingones, vivían en comunidades denominadas
"ayllus", palabra quichua que habría significado “tribu”, “casta” o
“familia”. Cada comunidad era independiente una de la otra pero estaban
organizadas entre sí, es por esto que muchos de los conquistadores le
atribuyeron el concepto de nación al conjunto de los pueblos. Todas las
familias de una misma parentela constituían una misma parcialidad y estaban
sujetas a su jefe o curaca (palabra proveniente del quichua) y hasta las
comidas eran realizadas en forma comunitaria.
En una comarca varias parcialidades obedecían a un cacique
principal y las tierras de su dominio estaban demarcadas por pircas y grandes
piedras megalíticas de modo que si pasaban estos límites había grescas entre
vecinos.
Aníbal Montes nos da un ejemplo del funcionamiento de dichas
fronteras: “… aun cuando perseguían una
presa herida en sus cacerías tenían que abandonarla llegando a estos límites”.
Los españoles establecieron más fácilmente sus encomiendas aprovechándose de
este tipo de organización.
Desde la perspectiva etnohistórica, Montes confirma que,
según datos de los conquistadores, en la época que va de 1573 a 1574, la
población de los Comechingones era de alrededor de 30.000 aborígenes dentro del
territorio. Para Guillermo Terrera, “constituían
una nación normal y conciliadora”, pero cuando estos aborígenes percibieron
el dolor que los españoles les ocasionaban esclavizándolos e intentando deshacerse
de ellos y sus costumbres, se defendieron valientemente.
Sus tradiciones eran sencillas y primitivas, acostumbrados
al trabajo y la libertad.
Según Montes, hacia el norte y hacia el oeste, otras comunidades
como ellos, algunas más numerosas y con culturas más evolucionadas, poblaron el
territorio Argentino.
En relación a la evolución de los pueblos Comechingones,
Montes explica que “… la facilidad de
vida y la benignidad del clima fueron en gran medida causa del estancamiento”
en el desarrollo de este pueblo. Según Montes, no hay otra explicación por la
cual “habiendo existido en estas sierras
el hombre pleistocénico (hombre fósil) y siempre con buenas condiciones
naturales (…), pasaron miles de años sin evolucionar por lo menos hasta el
grado de cultura que alcanzo el Perú”.
En el altiplano andino el hombre fue obligado por las malas
circunstancias ambientales, a ingeniárselas para subsistir y de ahí su mayor
avance.
En cambio, los Comechingones fueron rudimentarios en sus
conocimientos pero muy dedicados y laboriosos en sus quehaceres domésticos.
Vivieron preocupados por el aseguramiento de su Ayllu y se organizaron
mutuamente bajo el dominio del cacique principal, por decisión voluntaria: “Ellos no tuvieron el concepto de gran
nación, pero sí el de su absoluta soberanía sobre sus comarcas y supieron
confederarse para defender sus tierras”.
• Costumbres
Era costumbre social que esta etnia, mediante celebraciones
en las que se bailaba y se cantaba, festejara una buena cosecha o cacería y
diera en matrimonio a una mujer, que se cotizaba en mercaderías de acuerdo a la
fortuna personal del novio que la solicitaba. En este tipo de fiestas está
comprobado que usaban la corteza del cebil como un excitante y ponían en sus
pipas o en sus puricás, ese polvo quemándolo y fumándolo.
Como bebida tomaban la chicha de maíz y la aloja, que los
ponía alegres y la consideraban como un regalo de los dioses.
En relación con sus actividades de esparcimiento, también realizaban
carreras pedestres, lanzamiento de flechas y jabalinas premiando al mejor
cazador con himnos o cantos compuestos por ellos mismos.
Además, los Comechingones tenían curanderos que realizaban
sanaciones por medio de succiones realizadas en las partes enfermas, al tiempo
que suministraban hierbas y emplastos a sus enfermos para que se mejoraran sus
dolencias.
Tuvieron la costumbre funeraria de desmembrar los cadáveres,
limpiarlos y pintarlos con diversos colores. Otras veces los momificaban y
enterraban en vasijas especiales, con las rodillas y el mentón que se tocaban.
Otra forma la de colocar los cadáveres agrupados de a cuatro, con las cabezas
en posiciones opuestas, directamente en la tierra.
Creían, que el sol rojizo del amanecer, se correspondía con
el mejor momento de transmisión de su energía por lo que acostumbraban levantar
las palmas de su mano o estirar las plantas de sus pies hacia el astro en ese
momento del día.
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