El trébol está vinculado
con cuestiones positivas y si bien hemos escuchado y leído a través del tiempo
que la suerte viene de la mano del trébol de cuatro hojas, que nadie crea que
el de tres hojas tiene menos valor.
Las leyendas populares
indican que un trébol de cuatro hojas representa esperanza, fe, amor y suerte.
Pero el trébol de tres hojas tiene lo suyo. En Irlanda, por ejemplo, recuerdan
que San Patricio —patrono de los habitantes de ese país— usaba el trébol de
tres hojas para evangelizar y cada hoja tenía la representación de los
integrantes de la Santa Trinidad. Además, tanto el trébol como el número 3, han
sido históricamente considerados mágicos en la tradición celta.
Si bien el trébol de
cuatro hojas es nada más y nada menos que una “falla” o variación infrecuente
del de tres hojas, al ser tan poco frecuente se le da un mayor valor cuando se
lo encuentra, aunque vale aclarar que entre los “mutantes” el de cuatro hojas
no es el más grosso, pues se han encontrado tréboles de 56 hojas. Sí señora.
Así como lo lee.
De todas maneras, estas
infrecuencias de la naturaleza, han desaparecido como hechos fortuitos, pues
hay granjas en Estados Unidos que precisamente se dedican a producir
exclusivamente tréboles de cuatro hojas y les va bien, lo cual debería suponer
que al menos a ellos les trae suerte.
Y si bien cada hoja representa
uno de los cuatro componentes básicos de la felicidad, también es cierto que existen
diferentes concepciones. Así como para algunos los cuatro símbolos que
representan son riqueza, fama, amor y salud; para otros significan esperanza,
fe, amor y suerte.
Y hay más lecturas
sobre el valor del “cuatro hojas”. Los ocultistas creen que los protege de la
locura y les permite divisar demonios hostiles para resguardarse de ellos. Los cristianos
creen que les da poderes especiales por encontrar la forma de la cruz en ellos.
En la astrología es el amuleto protector del signo Tauro. Para los marineros es
el máximo símbolo de la suerte.
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