La historia nos contó que
los indios comechingones eran un conjunto, pero en realidad se trató de dos
grupos —al parecer bien diferenciados— que se denominaban
hênîa —ubicados al norte— y kâmîare —residentes
de la región sur— que, a su vez, estaban subdivididos en aproximadamente una
decena de parcialidades.
¿Pero entonces la
palabra comechingón de dónde surge?
No hay una definición
concreta e indiscutible. Son por lo menos cuatro las versiones que nos provee
la historia, de los pocos que se han dedicado a estudiar a este grupo.
La versión 1 dice que
—de acuerdo a su etimología— la palabra “comi” significa serranía o sierra; la
palabra “chin” sería pueblo; y el sufijo “gon” es el plural de la palabra
pueblo. En síntesis sería “pueblos de las serranías”.
La versión 2 difiere de
la anterior solo en el sufijo. Esta alternativa indica que la traducción de
“gon” sería abundancia, por lo que la síntesis en este caso sería “valle
serrano de muchos pueblos”.
La versión 3 le otorga
protagonismo a una tribu vecina y no muy amiga: los sanavirones, cuyo centro de
acción estaba donde hoy es Santiago del Estero. Estos vecinos calificaban a sus
colindantes como “kamichingan”, cuya traducción sería vizcachas. Esto se
relacionaba con las formas de las viviendas, algunas cavadas en la tierra, al
mismo estilo que los roedores de la familia de los chinchillidaes.
La versión 4 tiene
origen en los invasores españoles, quienes les dieron el nombre cuando
escucharon el grito de guerra: Kom-chingón!, que traducido significaría “muerte
al invasor”, según las crónicas que Justo de Vivar escribió en 1558.
La versión 4 y medio,
dice que es probable que los sanavirones hayan escuchado ese grito de guerra y
—mofándose de sus vecinos— hayan transformado el Kom-chingón en Kamichingan. O
sea: de “muerte al invasor” a “vizcacha”.